Una vez que hemos analizado los aspectos formales y clasificación de las imágenes artísticas vamos a abordar ahora su interpretación. Entre los métodos interpretativos de la obra de arte encontramos un método que incluye sistemáticamente desde los elementos superficiales hasta el significado profundo de los símbolos y signos que la componen. El método de Erwing Panofsky nos va a servir para este proósito. Existen otros métodos y otras formas de desentrañar los significados en la obra pero tomaremos como base para introducirnos en el intrincado mundo del simbolismo y significación de la obra de arte.
El esquema que utilizaremos será este que se expone en el siguiente texto donde se resume perfectamente su aplicación tomado del blog de Miguel Ángel Velásquez* , Profesor de Historia del Arte y Diseño Gráfico (https://miguelangelvelasquez.files.wordpress.com/2012/07/actividad-2-1.pdf).
INTRODUCCIÓN: Este método fue instaurado por Aby Warburg (1866-1929), y continuado fundamentalmente por Erwin Panofsky (1892-1968) en lo que se refiere a pintura y Rudolf Wittkower (1901-1971) en arquitectura. Consiste en líneas generales, de un método que reacciona en contra del formalismo, al pensar que éste no va más allá de las imágenes y no indaga en la interpretación de la obra (crítica también extensiva al positivismo que no ve más allá de un dato.) En primer lugar y para mayor clarificación del método diferenciaremos iconografía de iconología, el primer término hace referencia a una descripción y primera interpretación del significado del objeto en cuestión; el segundo término hace referencia a la ciencia que estudiaría el objeto en cuestión, su origen, obras literarias de donde se ha inspirado y procesos por el que ha llegado a tener determinada interpretación, así como su relación (en cuestión de significado) con los restantes objetos. La iconología parte de la idea de la importancia del símbolo, y como éste ha sido una constante en la humanidad, ya que ésta a la hora de relatar o plasmar pictóricamente o de cualquier otra manera una idea. El artista en ocasiones ha de recurrir al símbolo como medio de poder representar de una forma sencilla y rápidamente comprensible una idea, que de otra manera no se podría hacer (Dios, lo divino, la esperanza, el miedo...) Panofsky consideraba la iconografía como la rama de la historia del Arte que se ocupaba del contenido temático o significado de las obras de Arte en cuanto a algo distinto de su forma. La compresión de una obra o lo que es lo mismo su análisis iconológico necesita de tres fases en la percepción:
1) Percepción del contenido primario o temático natural (análisis preiconográfico): La descripción preiconográfica, se mantiene dentro del mundo de los motivos, esta etapa es de una relativa facilidad, cualquiera puede reconocer la forma y el comportamiento de los seres humanos, animales, plantas... Se percibe por la identificación de formas puras, es decir ciertas configuraciones de líneas y colores, como representación de objetos naturales, tales como seres humanos, plantas... identificando sus relaciones mutuas como hechos y denotando cualidades expresivas. Todo esto puede ser enmarcado en el mundo de los motivos artísticos, una enumeración de los motivos sería una descripción preiconográfica de la obra de Arte.
2) Percepción del contenido secundario o convencional (análisis iconográfico): El análisis iconográfico que se ocupa de las imágenes y alegorías en vez de los motivos, necesita un paso más que en el caso anterior. Presupone una familiaridad con temas o conceptos específicos tal y como nos han sido trasmitidos por las fuentes literarias o por la tradición oral. Es el contenido que percibimos al comprobar que un grupo de figuras sentadas a una mesa en una disposición determinada y en unas actitudes concretas, representan la Última Cena. Al hacerlo así relacionamos los motivos artísticos y las composiciones con temas o conceptos. Los motivos portadores de un significado secundario convencional pueden ser llamados imágenes y las combinaciones de imágenes se denominan historias o alegorías, el análisis de todo esto entra dentro del ámbito de la descripción iconográfica.
3) Percepción del significado intrínseco o contenido (análisis iconológico): La interpretación de la significación intrínseca o contenido, que trata de lo que hemos llamado valores simbólicos, requiere un paso más que el que se ha dado en los anteriores epígrafes, para comprender estos principios se necesita una facultad mental similar a la del que hace un diagnostico, una facultad que Panofsky define como intuición sintética que ha de ser corregido y controlado por una percatación de los procesos históricos cuya suma total puede llamarse tradición. Lo percibimos indagando aquellos supuestos que revelan la actitud básica de una nación, un periodo, una clase, una creencia religiosa o filosófica; que son reflejados inconscientemente por una personalidad en una obra. Estos principios son manifestados y por tanto clarificados por la significación iconográfica.
Todo lo anterior puede ejemplificarse de la siguiente forma: mientras nos limitemos a afirmar que el famoso fresco de Leonardo da Vinci muestra un grupo de trece hombres alrededor de una mesa de un comedor, y que este grupo de hombres representa la Última Cena, nos estamos ocupando de la obra de Arte como tal, e interpretamos sus rasgos. Pero cuando tratamos de comprenderlo como un documento sobre la personalidad de Leonardo, o de la civilización de Alto Renacimiento nos ocupamos de la obra como un síntoma de algo más que se expresa así mismo en una variedad incontable de otros síntomas. El descubrimiento y la interpretación de estos valores simbólicos (generalmente desconocidos para el artista mismo) es el objeto de lo que llamamos iconografía en un sentido más profundo, de un método de interpretación que aparece más como síntesis que como análisis. Este método también se denomina iconología.
*FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES ESCUELA DE ANTROPOLOGÍA DEPARTAMENTO DE ARTE Y CULTURA DISEÑO INSTRUCCIONAL DE LA ASIGNATURA HISTORIA DEL ARTE DE C.A. Y EL SALVADOR